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ECONOMIA Y VARIOS-RECOPILACIÓN

La reventa de pisos nuevos desciende un 20% desde marzo

ALICANTE
Domingo, 26 de diciembre de 2004
Los agentes inmobiliarios atribuyen la caída al elevado precio que han llegado a alcanzar las viviendas que se adquieren para especular

R. CARRIZOSA

La venta de pisos como inversión especulativa ha caído en torno a un 20% desde el pasado mes de marzo en la provincia debido a los desorbitados precios del mercado, según la estimación realizada por los Agentes de la Propiedad Inmobiliaria (Apis). El encarecimiento de la vivienda de renta libre en Alicante se ha disparado hasta el 17% en el último año. Pese a que este incremento es un punto porcentual inferior al del ejercicio anterior, el coste final está retrayendo en los últimos meses a los futuros compradores, que directa o indirectamente se ven afectados por los efectos de una recesión económica que azota a los principales sectores industriales y que no están dispuestos a aumentar su nivel de endeudamiento.

«Existe una menor tendencia de los compradores a asumir el encarecimiento actual de las viviendas nuevas, ya que, al primer esfuerzo inversor tienen que sumar, además, otros gastos. Aunque se sigue vendiendo, ya no se hace con la alegría de hace un par de años», aseguró Enrique Llopis, presidente del Colegio Oficial de los Agentes de la Propiedad Inmobiliaria de Alicante (Apis).
Fundamentalmente, este parón en la venta se ha detectado en aquellas viviendas que se compran para después revender casi por el doble de su valor de forma especulativa, explicaba Llopis. «Y es que esta práctica tiene un principio y final. El freno a esta forma de "ganar dinero" ha tenido su punto de inflexión este año el pasado mes de marzo», añadía.
Para los expertos en el sector inmobiliario, «la normalización de los precios se está imponiendo en Alicante. Ahora, los compradores se lo piensan dos veces antes de meterse en una inversión tan elevada en vivienda. Hay que tener en cuenta que al precio del piso hay que sumar en los cálculos el coste de lo que supondrá el pago de la comunidad, la luz, el agua, el IBI y otros gastos que disparan aún más el montante final y hacen aumentar la deuda familiar», añadió Enrique Llopis.
La consecuencia más evidente que han provocado estos factores en el mercado inmobiliario en general es que el periodo de venta se ha alargado. De las rápidas operaciones de compra que se cerraban sobre plano hace dos años se ha pasado hasta los seis meses de demora.
Y la traducción de estas circunstancias en el paisaje urbano es el de la proliferación de carteles de «Se vende» en muchos edificios, especialmente en las zonas de nuevo desarrollo y expansión en las playas como las de Míriam Blasco, Gran Vía o el área del golf, concretaba Llopis. No obstante, estos carteles se salpican en edificios nuevos y antiguos.
Igualmente, este relajamiento en la «euforia de compra de pisos» también se refleja en el mercado de las viviendas de segunda mano. Los alicantinos que ponen a la venta su propiedad para adquirir una de nueva construcción «también tienen que esperar varios meses hasta que cierran la venta. Pero quizá los que más demora sufren ahora son los propietarios que sacan sus viviendas al mercado de alquiler», añadía Enrique Llopis.

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