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ECONOMIA Y VARIOS-RECOPILACIÓN

La tormenta perfecta

José Ramón Iturriaga* - 15/11/2007

Todos los datos que vamos conociendo en los últimos tiempos apuntan a que en los mercados se está fraguando una tormenta de dimensiones bíblicas. No sabemos cuando se desatará pero cuanto más tarde, peor serán las consecuencias.

El “credit crunch” que comenzó en verano en Estados Unidos se está trasladando a la economía real y el mayor riesgo que se cierne sobre nuestras cabezas es el de un menor crecimiento a nivel global en un momento en el que los bancos centrales no están en el mejor de los mundos para flexibilizar las políticas monetarias.

Un “credit crunch” es una situación económica en el que los prestamos en todas sus formas son más difíciles de obtener. Básicamente, lo que sucede en estos periodos, es que los bancos dejan dinero con menos alegría y en peores condiciones. A día de hoy, después de tres meses de dimes y diretes, si hay algo que tenemos claro es que la crisis va para largo y, sin entrar a valorar cuantos bancos van a quedar de pie cuando todo esto pase –que pasará-, las condiciones crediticias van a continuar siendo muy restrictivas en el próximo futuro.

Así las cosas, el riesgo de que la economía americana entre en recesión es cada vez más alto. El cocktail al que se enfrenta el consumidor americano –piedra angular de la economía- puede ser letal: menor renta disponible por mayores precios del petróleo y alimentos con casas en caída libre –precio, me refiero- en un entorno muy restrictivo de crédito. A nada que empeore el empleo el lío está montado.

Y esta es la razón que ha llevado a la Reserva Federal a ser tan agresiva a la hora de cortar tipos. Sin embargo, la capacidad de maniobra es limitada ya que la inflación tiene pinta de acabar cerca del 4% a final de año a medida que los altos precios del petróleo y de los productos agrícolas se trasladen al consumidor.

Pero no sólo eso. Hay otro tema que está afectando a la inflación del que por el momento no se está hablando mucho y que creo que es la verdadera razón que ha llevado a la Reserva Federal a modificar el sesgo de su política monetaria en los últimos días y, lo que es peor, puede bloquearla durante mucho tiempo por el impacto que tiene en las expectativas futuras de evolución de los precios. Estoy hablando del efecto inflacionista que sin duda tienen las políticas monetarias tan laxas que están aplicando los países asiáticos como respuesta al progresivo debilitamiento del dólar. En pocas palabras, la debilidad del dólar “obliga” a las autoridades monetarias asiáticas a mantener unos tipos de interés muy por debajo de lo adecuado para el nivel de crecimiento de sus economías para defender sus monedas. Y al final nos encontramos con tipos de interés reales negativos en unos países con economías claramente sobrecalentadas lo que se está traduciendo en bolsas con claros síntomas de burbuja y, lo que ahora nos preocupa, exportando inflación por primera vez en mucho tiempo.

Por lo tanto, Bernanke tiene un dilema: economía en grave riesgo como consecuencia de las restricciones crediticias que está provocando el credit cruch con expectativas inflacionistas claramente al alza y no por factores exógenos –petróleo y alimentos, que también- sino por un tema estructural y de mayor calado.

La solución del dilema pasa por una apreciación ordenada de las divisas asiáticas que modere el crecimiento de sus economías. Esto pasará. Pero sólo cuando no tengan más remedio. Antes el tsunami: desaceleración de la economía global con inflación descontrolada.

*José Ramón Iturriaga, socio de Abante Asesores

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