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ECONOMIA Y VARIOS-RECOPILACIÓN

EL MUNDO PLANTA CARA AL PROTECCIONISMO EN DAVOS

FORO ECONOMICO MUNDIAL
EL MUNDO PLANTA CARA AL PROTECCIONISMO EN DAVOS
Con un previsible parón del consumo en EEUU e Irán tensando aún más el mercado energético, el Foro Económico Mundial se dio una buena noticia ayer plantando cara a otro fantasma: el proteccionismo. La UE, EEUU, Japón y los países emergentes decidieron sacudirse el pesimismo de Hong Kong y relanzar las negociaciones para liberalizar el comercio.
Por Carlos Segovia / Davos
Dos policías suizos vigilan una manifestación desde un tejado vecino al centro de congresos del Foro Económico Mundial. / AP
Dos policías suizos vigilan una manifestación desde un tejado vecino al centro de congresos del Foro Económico Mundial. / AP

Es la típica negociación que suena lejana, pero que termina abaratando precios a los españoles en general a cambio de que una parte aún impredecible de ellos pierdan su empleo. La de ayer no tuvo lugar con el calor húmedo del pasado diciembre en Hong Kong, sino con el gélido aire blanco de la localidad alpina de Davos en la que se curaba el asma y la tuberculosis la aristocracia europea el pasado siglo. Y el irritable comisario europeo de Competencia, el británico Peter Mandelson, se mostró más tranquilo que de costumbre. «Hay un cambio de actitud, un buen resumen de la reunión es que hemos pasado del 'yo no me muevo hasta que tú lo hagas' a un 'movámonos juntos para sacar esto adelante'».

Los representantes de 18 países miembros de la Organización Mundial del Comercio (OMC) y de la Unión Europea (UE) aprovecharon la cita del Foro Económico Mundial en Davos para alcanzar el acuerdo de relanzar las negociaciones para la liberalización comercial mundial.

Ya lo intentaron el pasado mes de diciembre en Hong Kong, pero no pudieron rematar por el enfrentamiento final de, entre otros, Mandelson y el ministro brasileño de Relaciones Exteriores, Celso Amorim. «Nadie se puede permitir quedarse fuera del acuerdo.Nadie gana con eso», afirmó el representante de Comercio de EEUU, Rob Portman.

Lo de ayer fue más una escenificación mediática de relanzamiento del proceso tras el fiasco de Hong Kong que una lista de acuerdos concretos. «No ha habido tiempo de concretar, pero nadie está en contra de avanzar a la vez en reducir los aranceles industriales, abrir más los mercados de servicios y, a cambio, que los grandes productores agrícolas reduzcan sus medidas de apoyo», resumió Portman.

El director general de la OMC, el francés Pascal Lamy, resumió la reunión informal de los ministros de Comercio asegurando que éstos «han afrontado las decisiones necesarias para conseguir que la Ronda de Doha [las negociaciones de liberalización iniciada en el año 2000 tras la revolución de Seattle] concluya con éxito en 2006. En particular, han analizado los pasos prácticos que los grupos de trabajo deben abordar para cumplir el calendario de Hong Kong». Este prevé ir cerrando capítulos por etapas con dos reuniones clave en abril y en julio, con vistas a concluir el proceso a finales de 2006. Según Lamy, «los ministros asumen que se deben conseguir progresos en todas las áreas para conseguir un resultado global equilibrado».

«Me temo que los tiempos en los que EEUU y la UE alcanzaban un acuerdo para presentarlo después a sus agradecidos socios comerciales y cerrar así una negociación ya no volverán y mejor que sea así», afirmó Mandelson, que asume que países como India, Brasil o China no pueden ser ya ninguneados.

«Estados Unidos y la Unión Europea deben hacer un gesto», afirmó el ministro indio de Comercio, Kamal Nath. «Europa necesita incentivos para ser flexible», replicó el británico, que subrayó que Estados Unidos aún no ha presentado un programa de recorte de subsidios agrícolas. «Me parece legítima la posición europea, aunque no la compartimos», señaló en buen tono el estadounidense Portman.En su opinión, «lo que hace falta es voluntad política para poner todas las piezas del puzzle».

Lo que todos tienen claro es que de 2007 no puede pasar la negociación, porque para entonces acaban los poderes especiales de George W. Bush para dar su visto bueno a cualquier acuerdo sin tener que pasar por el Congreso estadounidense.

Y aunque todos pedían al resto que movieran ficha, hubo unanimidad en que la necesidad de flexibilidad es general. El momento es clave, porque uno de los fantasmas que amenazan 2006 es precisamente el neoproteccionismo. Los presidentes de multinacionales y dirigentes políticos y económicos, entre otros, congregados en la reunión anual del Foro Económico Mundial, consideran la resistencia a abrir los mercados como uno de los problemas que pueden contribuir a ralentizar el crecimiento.

«Es que no hay que ignorar que cada vez más personas en los países industrializados están perdiendo sus empleos por la globalización y no sienten que sus efectos sean positivos. Es un motivo de preocupación mundial», afirmó el economista jefe del banco de inversión Morgan Stanley, Stephen Roach.

«No conozco un solo país que esté creciendo con proteccionismo», animó el secretario de Comercio de EEUU, Carlos M. Gutierrez, a sus colegas iberoamericanos en una cena consagrada a esa región del mundo.

Según el ministro egipcio de Comercio Exterior, Rachid Mohamed Rachid, el choque del proteccionismo de los países ricos con el de los emergentes pasa factura a los más pobres. «Esta Ronda tiene que permitir a Egipto y a Africa acceder al desarrollo.No es solo la agricultura. Tenemos que estar seguros de que un enfrentamiento entre dos o tres grandes países, desarrollados o emergentes, no nos prive de ello», agregó el egipcio.

A las afueras del Congress Center, sede del Foro Económico Mundial, un reducido número de manifestantes logró lanzar algunas bolas de nieve contra la institución que consideran símbolo del capitalismo y la globalización despiadada. En Basilea, un millar de personas protestaron portando retratos de Carlos Marx, Federico Engels y Lenin.

Pero si la escenificación de ayer de los ministros de Comercio se cumple, el mundo cerrará 2006 con otra vuelta de tuerca a la liberalización comercial y a la globalización.

Frente a esta buena noticia, muchos de los asistentes a las reuniones de Davos resaltaron que hay una mala, que puede enturbiar este ejercicio, que previsiblemente será el último de gran crecimiento económico. Y esa mala noticia la personifica Mahmoud Ahmadinejad, el radical presidente islamista de Irán.

«El programa nuclear de Irán es un asunto muy serio que puede afectar a los mercados. El régimen iraní es débil en su país, porque es muy inepto, por eso insistirá en una iniciativa internacional que le pueda dar popularidad interna», alertó el gurú más veterano de Davos, el multimillonario George Soros. El ex presidente Bill Clinton, pese a ser del Partido Demócrata, respaldó ayer que Bush tenga «todas las opciones» abiertas contra Irán.

¿Tambores de guerra que pueden situar el precio del petróleo en, al menos, los 70 dólares por barril del pasado septiembre?

«Sólo se está pensando en usar medios diplomáticos», matizó el responsable británico de Exteriores, Jack Straw. Este, como el resto de europeos, no mostró ninguna prisa por llevar el asunto al Consejo de Seguridad de la ONU y, menos, tras la victoria de Hamas en Palestina. «Yo creo que esas elecciones abren la puerta a una solución, porque Hamas deberá cambiar y gobernar para su pueblo, el riesgo es que siga influido por Irán», sostuvo Soros.

Con esa incertidumbre y las quejas generalizadas contra Rusia, por su política energética con los países del Este de Europa, la energía se convierte en la gran sombra de 2006. Todos los analistas coinciden en que no bajarán los precios y que, con suerte, concluirán en diciembre con una media de 50 dólares por barril.

«Además, en Latinoamérica hay muchos problemas, porque Hugo Chávez esta teniendo éxito con su programa antiamericano. Y con el petróleo cotizando a altos niveles puede financiar la revolución bolivariana», agregó Soros, que no muestra ninguna confianza en el nuevo presidente de Bolivia, Evo Morales. «Es bueno que lleguen indígenas al poder, pero desgraciadamente parece que va a caer en los brazos de Chávez».

Según una encuesta de Gallup para el Foro Económico Mundial entre ciudadanos de 60 países, la principal amenaza para la economía es «el alza de los precios del petróleo y la demanda de recursos naturales». Para el gobernador del Banco Central Europeo, Jean Claude Trichet, la subida de precios tiene efectos paradójicos.«Los ingresos del petróleo han generado importantes ahorros a los productores y, sin ellos, los tipos de interés serían ahora más altos». En su opinión esto «tiene un efecto positivo en los mercados financieros, pero negativo, para la economía en su conjunto».

El economista jefe de la Agencia Internacional de la Energía, Fatih Birol, dio por seguro que este panorama extremará la diversificación de fuentes energéticas y auguró una renovada apuesta por la opción nuclear en EEUU y la UE. El nuevo Gobierno iraquí, que ve posible llegar a producir 1,2 millones de barriles diarios (acercándose de nuevo a Irán -2,4 millones de barriles- como segundo productor mundial) no ofrece garantías de estabilidad aún y la OPEP no desea aumentar la producción para bajar los precios.

Con todo, el director gerente del FMI, Rodrigo Rato, sostuvo que la economía seguirá creciendo a buen ritmo. Todo apunta a que lo hará un 4% adicional en 2006, en lo que, según teme Davos, será el último buen ejercicio, porque hay otra amenaza: la locomotora de EEUU se está frenando.

«Se ha acabado la borrachera consumista estadounidense», afirmó Stephen Roach. El consumo concluyó 2005 a un nivel cercano a cero y su burbuja inmobiliaria va perdiendo fuelle. «La ralentización del crecimiento comenzará a notarse en 2007 y el dólar, que ha llegado a lo más alto, tenderá a bajar», auguró Soros. «En los dos próximos años algún tipo de ajuste se tendrá que producir», sostuvo Lawrence H. Summers, actual presidente de la Universidad de Harvard.

Es urgente encontrar una locomotora alternativa. «EEUU tiene que ahorrar más, no sólo los ciudadanos, sino el Estado y el resto del mundo tiene que ahorrar menos y consumir más», comentó a este diario Guillermo de la Dehesa, ex secretario de Estado de Economía y responsable del Center for Economic Policy Research de Londres.

Pero el resto del mundo se muestra reacio a tomar medidas que fomenten la demanda. «La eurozona no tiene superávit por cuenta corriente, actualmente tiene un ligero déficit, nuestra situación no es la de Japón», subrayó Trichet. Curiosamente es el alto consumo en España lo que quita presión al gobernador del BCE, porque si fuera por otros países centroeuropeos tendría que pensarse más una subida de tipos.

Trichet se mostró de acuerdo con el ministro indio de Hacienda, Palaniappan Chidambaram, sobre uno de los extraños fenómenos del momento. Los países emergentes dedican sus ingresos a invertir en sus principales clientes, los países ricos. «No es sostenible (...) es absolutamente anormal que estén financiando al mundo industrializado», afirmó el francés. Chidambaram pidió que los países desarrollados se tomen en serio el problema e inviertan más en los emergentes. «Necesitamos más capital para mejorar el nivel de vida de nuestras poblaciones», aseguró el indio.

 




BIENVENIDO SEA DAVOS
TOM BURNS MARAÑON

Está tirado criticar las reuniones de Davos. Es ponerse el gorro de los desheredados y tirar piedras contra los poderosos del planeta que supuestamente rigen todo su entorno porque las multinacionales que están a su mando compran países con el entusiasmo y abandono que los demás mortales empleamos para acudir a las rebajas. Las reuniones de Davos dan pie a mucha denuncia izquierdista y a un sinfín de entusiasmos antiglobalizadores porque la presa es obvia. Caído el Muro de Berlín, Davos se erige como el mal a combatir. No tiene vuelta de hoja la imagen de ricachones encerrándose en la privacidad de sus íntimas tertulias alpinas para confortarse en la alabanza mutua bajo la fórmula de aquí te doy un favor hoy para que me lo devuelvas mañana, o cuanto puedas. Nadie va a Davos para decir algo interesante, mucho menos a escuchar algo que se aleje de lugar común que se leyó ayer en el Financial Times y la semana pasada en The Economist. Todos van a Suiza a reconfortarse mutuamente.

Toda esta malhumorada reflexión la puede hacer un niñato con los pies y estoy seguro de que quedará reflejada, un año más, en los blogs antisistema. Llevo tiempo observando el recelo que provoca el Foro Económico Mundial y el año pasado el enfado subió de tono. La concentración en Davos del 2005 supuestamente trató de la erradicación de la pobreza y ahí siguen los niños famélicos de los estados fallidos africanos para atizar nuestras conciencias. Permítanme que disienta. Davos es de los pocos ejemplos que tenemos de una sociedad civil que se hace oír para bien en el mundo de la gran política. Quienes crean que se va a Davos para ver y ser visto, quienes suponen que se trata de un ejercicio anual de márketing y de vanidad, se equivocan. No han estado ahí. Bienvenido este Foro: de no existir habría que inventarlo.

http://www.elmundo.es/suplementos/nuevaeconomia/2005/309/1138489205.html

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