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ECONOMIA Y VARIOS-RECOPILACIÓN

BitTorrent, un P2P diferente (segunda

BitTorrent, un P2P diferente (segunda Es una de las redes de mayor crecimiento en la Red

Viene de la nota de ayer

BitTorrent es por definición open source (de código abierto) y, salvo alguna excepción, no posee publicidades ni spyware. Al ser de código abierto, permite la aparición de clones que pueden mejorar el original.

El BitTorrent oficial es simplemente una asociación de archivos con Internet Explorer. Cuando hacemos clic en un archivo .torrent, se abre una ventana que nos pregunta dónde lo vamos a guardar y luego se queda descargándolo; también se comparten las partes que ya hemos descargado.

No hay que cerrar la ventana, ya que, si lo hacemos, se corta la descarga. Para continuarla, hay que ir de nuevo a la página donde encontramos el .torrent y guardarlo en el mismo lugar, por lo que continúa bajando las partes faltantes. Otra posibilidad es bajar el .torrent a nuestro disco y, con un doble clic, comenzaremos o continuaremos la descarga.

También hay que tener en cuenta que el archivo descargado seguirá compartido mientras tengamos la ventana de descarga abierta, por lo que se recomienda mantenerla así durante el mayor tiempo posible, para asegurar que haya seeds disponibles.
Dejemos a un lado la versión oficial y concentrémonos en ABC y Azureus, dos de los mejores clones, ya que el BitTorrent original es un poco difícil de entender.

Ambos funcionan de una forma más parecida a los P2P que ya conocemos. Tienen una interfaz gráfica, donde podemos controlar cada una de las descargas y, si la cerramos, con abrirla nuevamente ya tendremos todos los torrents incompletos, listos para ser continuados.

Una vez instalado alguno de los clientes BT, nos disponemos a buscar algún .torrent que nos interese, pero recordemos que es ilegal descargar material con copyright (derecho de copia). Cuando entramos en alguna página como Suprnova, por ejemplo, nos encontramos con un listado de archivos para descargar. Tenemos siempre el dato de cuántos seeds y peers tiene cada uno, que no es en tiempo real, pero es bastante aproximado. Si un dato posee seeds en cero, es casi imposible que podamos terminar de descargarlo, salvo que el único seed no haya estado online en ese momento y nos dispongamos a esperar a que se vuelva a conectar.

Lo que hacemos con el .torrent depende del cliente que tengamos. Utilizando el cliente original, con un clic en el nombre alcanza. Con los clientes GUI nos conviene guardar el torrent en nuestro disco o, si no, copiar la dirección URL y pegarla en el cliente. Por ejemplo, en Azureus, vamos a Archivo/Abrir/URL, y listo. El programa se encargará de bajar el .torrent. En el ABC tenemos un lugar donde copiar la dirección del .torrent, y el mismo programa procederá a descargarlo.

Cuando terminamos de descargar algo, tenemos una obligación “ética”. Se recomienda mantener el archivo descargado compartido al menos por una semana. El ABC tiene una política de mantenerlo compartido hasta que se haya transferido la misma cantidad de datos que se ha descargado, es decir, hasta que el archivo completo se haya enviado. Esto ayuda a que se pueda seguir descargando, porque asegura que algún otro usuario lo tiene completo. El parámetro puede modificarse para que la descarga se mantenga compartida por más tiempo.

Para compartir un archivo nuestro, tenemos que crear el archivo .torrent y luego subirlo al tracker elegido. ABC y Azureus tienen herramientas para crear .torrents mediante asistentes, pero primero tenemos que disponer de algunos datos para comenzar.
Debemos elegir un tracker para que maneje nuestra descarga (existen torrents “trackerless”, es decir, sin un tracker, pero éste no es el caso normal). Una vez que lo hayamos hecho, sigamos los pasos que cada programa nos indique.

Recordemos que se puede hacer un .torrent para un archivo individual o para una carpeta completa, lo que facilita la forma de compartir discos enteros.

Cuando ya tenemos nuestro .torrent listo, podemos subirlo al tracker. Hay que fijarse muy bien en el reglamento de cada tracker: algunos solicitan registro, otros tienen restricciones en cuanto al tiempo en el que vamos a compartir, y otros, respecto del tipo de contenido que vamos a publicar.

Aunque hayamos dicho que no hay un buscador en BitTorrent, existen aplicaciones que actúan como tal. En realidad, lo que hacen es recorrer las páginas que publican torrents y exhibir la información centralizada de una forma más clara. Un ejemplo es Torrent Search, que nos muestra una página web creada con los datos buscados.

Bit Torrent Search, en cambio, carga las páginas que le indiquemos para los tipos de archivo que seleccionamos. Esto produce un retardo considerable hasta poder utilizar la búsqueda, ya que tiene que descargar de Internet todas las páginas de torrents de los sitios indicados.http://www.tectimes.com/secciones/notas.asp?codnota=17232

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